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Comienzos singulares


"Comienzos singulares"

Amparo de Flórez
Roberto Reula
Bea Zerolo
Zvonimir Kremenić
Elías Olucha

Del 10 al 31 de Enero de 2025
Inauguración Sábado 11 de Enero a las 12:00 h.


Comienzos Singulares se erige como una reflexión filosófica sobre la naturaleza única de cada inicio y la capacidad del arte para transformar lo individual en una experiencia universal. La exposición evoca la idea de que todo comienzo, por pequeño que sea, encierra una promesa de infinitas posibilidades, un gesto irrepetible que define y da forma al devenir. En esta muestra, cada creador despliega su mirada particular, convirtiendo lo cotidiano en una exploración profunda de lo esencial. Amparo de Flórez y Bea Zerolo traducen emociones y atmósferas en formas pictóricas que vibran con un lirismo conmovedor, mientras Elías Olucha construye paisajes interiores que dialogan con lo tangible y lo imaginado, desdibujando los límites entre realidad y sueño. Por otro lado, Roberto Reula y Zvonimir Kremenic, a través de sus esculturas, indagan en las tensiones entre presencia y ausencia, cuestionando la relación entre lo material y el vacío como metáfora de lo que permanece y lo que se desvanece, configuran espacios de reflexión, explorando las tensiones entre materia y vacío.

Juntos, estos artistas construyen un panorama donde cada obra es un inicio único que invita a nuevas lecturas y descubrimientos. Esta exposición, en su conjunto, no solo celebra el acto creativo, sino que invita a reconsiderar cada inicio como un momento cargado de intención y significado, recordándonos que en lo particular reside la semilla de lo infinito.

Amparo de Flórez

“Encinares de mi Extremadura”

Para finales del siglo XIX un grupo de artistas heterogéneo dará un vuelco a lo que hasta el momento se llamaba pintura. En un mundo que aceleraba su crecimiento mediante la industrialización, estrechaba sus fronteras con el tren, y maravillaba al público con avances científicos como la fotografía; una nueva generación de pintores se preparaba para dejar a un lado las viejas normas y valores defendidos por la Academia. Se sentían encorsetados, incomprendidos y, sobre todo, llenos de un irreprimible deseo por la experimentación. De esta manera, despuntarán los llamados Impresionistas, cambiando la forma de representación tradicional siempre atada al anhelo de reproducir con infinito virtuosismo la realidad, una realidad acentuada por la idealización y el ilusionismo. Ante esto, los impresionistas se erigieron como defensores de la libertad creativa, saliendo de sus talleres a pintar au plein air, asumiendo la autonomía del color frente al tema, dislocando la construcción del espacio y creando el velo atmosférico tan característico de sus vaporosas composiciones. Una nueva forma de mirar lo impregna todo y el arte se convertirá en reflejo de la personalidad del artista.

En la pincelada ligera de Amparo de Flórez se evidencia este mismo interés por la observación, la investigación y la expresión íntima de la realidad. Rodeada de naturaleza desde su niñez -como indica la propia artista- le apasiona representarla con los pinceles y óleos. Su mirada se centra en encuadres en los que la naturaleza se muestra desbordante, con infinitos horizontes en los que despuntan hermosas encinas o frondosos arbustos de lilas en una esquina del jardín. Su mirada no pierde detalle, las horas, las estaciones, el paso del tiempo y la meteorología se convierten en actores principales de sus obras, generando atmósferas palpables que nos trasladan al instante. Al sonido de las cigarras y los lagartos sobre el manto seco de hierba en un caluroso agosto en la dehesa, el frescor que se despierta al amanecer cuando un curioso efecto óptico engaña a la vista transformando en azul el agrietado y oscuro tronco de las encinas o el salto de las abejas sobre las hermosas lilas en primavera. Todo está allí, como un perfecto concierto sinestésico, en el que el color despierta el sonido y a su vez el olor, y en contrapunto perfecto, nuestro tacto se enciende.

La pintura cobra vida, se despereza de esa asociación estricta con la realidad y aumenta sus capacidades sensoriales, simbólicas, al igual que ocurrió con las composiciones impresionistas. De la misma manera, la pintura se convierte en un espejo de la propia autora, refleja el amor por su tierra, su fascinación por el color y su conocimiento, y el deseo por aprehender cada instante, cada atmósfera, cada sensación sobre el lienzo o una antigua puerta de madera. Por lo que podemos observar en esta muestra, Amparo de Flórez logra resolver y transmitir de una manera muy acertada todas estas cuestiones.

Izaskun Monfort. Crítica y comisaria de arte independiente.

Roberto Reula

Mira mi Obra

¿Te gusta? Ese es mi currículo.
¿No te gusta? Unas líneas con los nombres de galerías y algunos premios, no debería aportarte nada. Y a mi no me interesa una persona que mide mi valor por la cantidad de líneas.
Mi trabajo es el fruto de años de experimentación; de aciertos y bastantes fracasos. He expuesto en muchas galerías, salas, bares, etc. También tengo obra pública en parques y rotondas, algunos premios y menciones. Con los años me he dado cuenta de que todo esto apenas tiene valor real. Lo que verdaderamente importa, es que la obra a la que te enfrentas como espectador, te cuente algo; te llame o la necesites.

TODO lo demás es humo.

No midas el valor de un creativo por su currículo. He conocido artistas con hojas llenas de líneas, con una obra vacía y plana. Y a noveles con su hoja en blanco, que me han hecho llorar. Eso es lo que cuenta.
Atrévete a confiar en tu propio criterio, de verdad, escucha a tus tripas. Si te gusta, es bueno para ti. Si no te llega, por muchas líneas que tenga ese artista, no te hagas con su obra. Con el tiempo te arrepentirás y la obra acabará en un rincón. Si te gusta, hazte con ella. Sin más, sin explicaciones ni la necesidad de justificarte ante nadie.
Estas son las líneas de mi currículo. Sin nombres ni premios.
A mis 53, es lo que hay. (Esta es la única línea que actualizare el año que viene)
Desde pequeño ya recuerdo jugar con la plastilina, con la que me hacía mis juguetes y todo lo necesario para crear mis mundos particulares.

Fui un mal estudiante hasta que entré en la Escuela de Artes Aplicadas, donde aprendí todo aquello que realmente necesitaba saber. A lo largo de estos años he trabajado en un montón de cosas variopintas, lo que me ha dado una destreza manual inusual, una fina disposición a ver más allá y una capacidad de mixturar materiales sin miedo.

Hoy, sigo jugando con aquella plastilina con la que me hacía, y sigo haciendo, mis juguetes. Solo que ahora, los comparto con otros “niños” y me gano la vida con dignidad y la misma ilusión de entonces.

Sobre la obra:

La grandeza de lo pequeño.

Siempre me ha llamado la atención la capacidad para condensar todas las calidades humanas en pequeñas esculturas de hombres corrientes, con sus defectos y virtudes. Personajes aislados a pesar de las multitudes, que conectan con el mundo a través de su inacción, en escenas con cierta ironía y retranca. Esculturas de gente que aparentemente no hace nada, solo mira y piensa, que no es poco.

Roberto Reula

Bea Zerolo

Beatriz Zerolo (Madrid, 1975) pinta desde los cinco años de edad. Desde entonces ha ido compaginando esta vocación artística temprana con su carrera universitaria, trabajo en distintas empresas y su familia.

Se ha formado en una de las mejores Academias de dibujo y pintura de España, Academia Artium Peña y cuenta con el apoyo de grandes pintores y artistas como Jose Luis Rodríguez Posadas, Luis Ruiz Del Arbol, Carmen Palomo.

Beatriz ha pasado a lo largo de sus cuarenta años de pintura por la figuración clásica, impresionismo, expresionismo, pintura fundida y de veladuras para llegar a la pintura matérica. Realizada con pigmentos, obtiene unos resultados magníficos, llenos de un cromatismo especial y personal y equilibrio en la composición.

Zvonimir Kremenić

El paisaje como intimidad y creación

La inspiración de los campos de viñedos bajo las luces brumosas de la mañana encuentra en sus esculturas una voz única, que traduce esa atmósfera íntima y misteriosa en formas palpables y llenas de significado. La luz tamizada entre neblinas suaves se convierte en un velo de introspección, un filtro poético que envuelve la mirada y transforma lo cotidiano en algo casi sagrado. En sus manos, este juego de luz y sombra se materializa como una invitación a explorar lo efímero, lo intangible que se esconde en los rincones más profundos de la existencia.

Como artista multidisciplinar, la obra de Zvonimir Kremenić se convierte en un reflejo íntimo y profundo de una sensibilidad que trasciende las formas y las técnicas. Como escultor, logra dar vida a lo inmaterial, capturando emociones y pensamientos abstractos en el lenguaje eterno de los materiales tangibles. Su arte parece nutrirse de la complejidad emocional que define su relación con el mundo, un equilibrio entre dar y recibir, entre nutrir y proteger, como si cada obra fuera una ofrenda emocional que da forma a sus propios dilemas internos y triunfos personales.

Elías Olucha

Ceramista dedicado a crear piezas de cerámica donde la creatividad y la técnica se fusionan para contar historias. Su pasión por el arte cerámico nace del deseo de conectar el pasado artesanal de la provincia de Castellón en concreto Onda, donde la tradición cerámica tiene un peso importante en la cultura.

Sus obras han destacado siempre por seguir una estética contemporánea, explorando texturas, colores e innovando con diseños que celebran la diversidad cultural y sus vivencias.

Su vida ha estado en constante contacto con la tradición cerámica, a través de la empresa familiar de colores cerámicos y la fabricación de azulejos, desarrollando un trato especial con los colores y las composiciones, una característica clave en sus trabajos.

Cada pieza en su colección es una expresión de la interacción entre la tradición y la modernidad. Trabaja con materiales y técnicas que respetan el legado de la cerámica artesanal, mientras integra elementos modernos para crear obras que exploran temas como la naturaleza, la identidad y las emociones, con un enfoque en patrones orgánicos y paletas de colores evocativas.

Sus influencias artísticas incluyen ceramistas modernos como Angelina Alós, Ramón Galdós y Manolo Safont, así como pintores cerámicos de principios del siglo XX como Ismael Mundina. Además, el expresionismo abstracto, caracterizado por la exploración emocional a través de formas y colores libres, artistas como Jackson Pollock han influido profundamente en su técnica, en particular la técnica del “dripping”, adaptado al desafío de los materiales cerámicos.