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Raúl Velloso


Raúl Velloso

Musical Gran Vía

del 1 al 27 de Febrero de 2020

Inauguración: Sábado 1 de Febrero a las 12:00 horas

MUSICAL GRAN VIA

¿Qué eje hay en Madrid más definido por el movimiento y el ritmo que el de la Gran Vía madrileña? Con luz y vibración cuando arranca el día y brillo al caer la noche. Es música, ritmo, energía y color. Es el Madrid que me inspira para mi próxima exposición en la capital. Contará con edificios emblemáticos y retomo la serie de músicos. No hay mejor ocasión para que reaparezca la serie de músicos que ésta inspirada en un espacio madrileño que rezuma movimiento, vida y ritmo. Se trata, también, una serie muy personal que me traslada a tiempos pasados en los que vivía con mi abuela, gran apasionada de la música y el piano, que me inculcó el amor y el respeto a la música.
Movimiento y baile, construcciones y música. Dos de mis series icónicas que brindo con entusiasmo al público de Madrid, y a Montse y Quique, de galería Montsequi, que además de ofrecerme su espacio, me ayudaron con sus propuestas a definir el hilo de los trabajos de esta exposición, mi Sinfonía arquitectónica.

Raúl Velloso

El sonido seco de los pasos en la acera, el agudo leitmotiv de los semáforos en verde, el grave bordón de los motores de los coches, voces y más voces; todos marcan el ritmo de la calle, conformando una sinfonía, la sinfonía de la Gran vía. Sonidos que retumban contra las fachadas de sus emblemáticos edificios haciéndolos bailar.
Esto es lo que Raúl Velloso siente y vive al caminar por las calles de la gran ciudad. Recuerdos lejanos alumbran en su memoria, días que compartía con su abuela, una gran amante de la música, quien le enseñó a amarla también. Así, como no podría ser de otra manera, la arquitectura y la música se funden en esta muestra vibrante.
Una atmósfera despreocupada lo invade todo, característica aportada, quizás, por la naturaleza naíf de su estilo. Velloso, aunque de formación autodidacta, compartió horas de celoso aprendizaje junto a Antonio Tápies, quien le apadrinó y enseñó en su taller todo sobre las técnicas de los pigmentos, texturas y color. Es, por lo tanto, un artista que aborda la pintura de una manera diferente, sin normas preconcebidas, espontaneidad pura que se aprecia en composiciones que parecen más bien organismos vivos, independientes del mundo exterior que en teoría buscan reflejar. Sus obras solo contienen las formas naturales en la medida en que son necesarias para comprenderlas.
De esta manera, en sus composiciones imperan las líneas enérgicas, los contornos acentuados y colores de un brío apasionado. Las formas se reducen a simples perfiles expresionistas, ondulantes y temblorosos que anuncian acción mediante la rigurosa y repetitiva utilización de líneas cinéticas, incluso en motivos de naturaleza inmóvil como lo son los edificios. Esta sensación de movimiento se acentúa aún más mediante la creatividad en el uso de la perspectiva, en algunos casos caballera, frontal o sugerida a través de planos. No es de extrañar entonces que el propio Tápies indicara que Velloso es "el pintor de los edificios vivientes". Y es así, en sus piezas todo cobra vida, se mueve, respira y suena, un expresionismo ingenuo lo invade todo y llena el espacio de pura frescura.

Izaskun Monfort. Comisaria y Crítica de arte independiente.